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| via penelope |
Estamos en Navidad, una de las épocas más especiales del año, sobretodo para los niños: hay luces en las calles, se escuchan villancicos, visitamos y nos visitan familia y amigos, tenemos regalos, no hay que ir al colegio, Papa Noel está en cualquier rincón de la ciudad y los Reyes Magos no tardarán en llegar!
Las vacaciones de Navidad pueden y deben ser fantásticas para los niños!
Hasta los 3 años aun son pequeños para que lo vivan intensamente pero esto no significa que no les produzca una gran emoción e ilusión los cambios físicos de las casas y las calles y estar más tiempo con sus familiares.
A partir de los 3-4 años, es cuando su capacidad simbólica y su inocencia les llevará a imaginar una historia mágica, de felicidad, sorpresas y regalos. Una magia que nos contagiará a los más mayores, porque ver en los ojos de un niño la ilusión de estos días emociona a cualquiera.
Yo siempre digo que los niños son como esponjas, que lo absorben todo, por tanto tengan la edad que tengan nuestros hijos, intentemos pasar el mayor tiempo con ellos, siempre que el trabajo nos lo permita, y si no, al menos, el poco tiempo que pasemos que sea de calidad (que es incluso más importante que la cantidad).
Les tenemos que hacer sentirse protagonistas de estas fiestas, y explicarles por qué nos reunimos, por qué nos traen regalos,…sino les agobiará el ir de casa en casa,… estar en una tienda de compras,…., sobremesas largas,…
Y es que hay mil actividades que podemos compartir con niños, como mercadillos, pesebres vivientes, obras de teatro, ir a dar la carta a los Reyes Magos, o simplemente pasear con mamá y papá y empaparse del bullicio navideño que a ningún niño deja indiferente.
En casa, nos pueden “ayudar” a decorar, también son unas buenas fechas para compartir una película de dibujos o jugar con ellos más rato a su juego preferido. Hay que hacer cambios en la rutina, obviamente manteniendo unos límites, por ejemplo ir a dormir un poquito más tarde o pasar la tarde jugando en casa de sus primos.
Así que el consejo de hoy es que disfrutemos de estos días como si fuéramos niños, que les fomentemos a los más pequeños el ambiente de felicidad, de compartir y regalar a los nuestros, porque estaremos enseñando a que crezcan felices y desarrollen el concepto de familia y amistad.
¡Felices Fiestas!
Las vacaciones de Navidad pueden y deben ser fantásticas para los niños!
Hasta los 3 años aun son pequeños para que lo vivan intensamente pero esto no significa que no les produzca una gran emoción e ilusión los cambios físicos de las casas y las calles y estar más tiempo con sus familiares.
A partir de los 3-4 años, es cuando su capacidad simbólica y su inocencia les llevará a imaginar una historia mágica, de felicidad, sorpresas y regalos. Una magia que nos contagiará a los más mayores, porque ver en los ojos de un niño la ilusión de estos días emociona a cualquiera.
Yo siempre digo que los niños son como esponjas, que lo absorben todo, por tanto tengan la edad que tengan nuestros hijos, intentemos pasar el mayor tiempo con ellos, siempre que el trabajo nos lo permita, y si no, al menos, el poco tiempo que pasemos que sea de calidad (que es incluso más importante que la cantidad).
Les tenemos que hacer sentirse protagonistas de estas fiestas, y explicarles por qué nos reunimos, por qué nos traen regalos,…sino les agobiará el ir de casa en casa,… estar en una tienda de compras,…., sobremesas largas,…
Y es que hay mil actividades que podemos compartir con niños, como mercadillos, pesebres vivientes, obras de teatro, ir a dar la carta a los Reyes Magos, o simplemente pasear con mamá y papá y empaparse del bullicio navideño que a ningún niño deja indiferente.
En casa, nos pueden “ayudar” a decorar, también son unas buenas fechas para compartir una película de dibujos o jugar con ellos más rato a su juego preferido. Hay que hacer cambios en la rutina, obviamente manteniendo unos límites, por ejemplo ir a dormir un poquito más tarde o pasar la tarde jugando en casa de sus primos.
Así que el consejo de hoy es que disfrutemos de estos días como si fuéramos niños, que les fomentemos a los más pequeños el ambiente de felicidad, de compartir y regalar a los nuestros, porque estaremos enseñando a que crezcan felices y desarrollen el concepto de familia y amistad.
¡Felices Fiestas!
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